El refrán «En política no hay sorpresas, hay sorprendidos» significa que, en el ámbito político, especialmente en el contexto de la comunicación política de gobierno, los errores o situaciones inesperadas que ocurren no son realmente sorpresas, sino la manifestación de una falta de previsión, planificación o estrategia adecuada por parte de cualquier gobierno. En lugar de sorprenderse por los resultados no deseados, se interpreta que aquellos que son sorprendidos no han sido lo suficientemente proactivos o cautelosos en su enfoque.
La falta de previsión y planificación puede estar relacionada con la inexperiencia, falta de preparación e innovación por parte de los líderes políticos. Si no asignan responsabilidades adecuadas o no confían en su equipo, se corre el riesgo de cometer errores y enfrentar problemas no deseados.
Si traducimos esto al contexto de la comunicación política que nos compete, significa que, si aquellos encargados de dirigirla no tienen líneas de mando y competencias claras, si no se cuenta con un presupuesto adecuado o no se le da la debida importancia dentro del gobierno, es más probable que se cometan errores en la transmisión de información y en la gestión de situaciones imprevistas.
En este sentido, la persona a cargo de la comunicación política debe contar con una estrategia proactiva adaptada a la estrategia política del gobierno, a la administración pública y a la gestión gubernamental, con el fin de crear un mensaje que esté enlazado con el plan de gobierno. Esto implica que las demás carteras de estado deben haber desarrollado planes de acción claros, establecer metas y objetivos realistas, así como implementar medidas de seguimiento y evaluación para asegurar que se estén alcanzando los resultados deseados. Una estrategia bien diseñada y ejecutada permite anticipar posibles obstáculos y minimizar los riesgos, brindando una base sólida para la toma de decisiones informadas, si las otras carteras de estado cumplen sus metas. Y así la comunicación no cae en ser reactiva.
Si todos se unen a la estrategia general del gobierno, se logra el éxito comunicativo en la comunicación gubernamental.
Mgs. Fabricio Betancourt